Todavía no es momento de respuestas. Es éste el turno de las preguntas, por Sergio Sebastián
Todavía no es momento de respuestas. Es éste el turno de las preguntas, por Sergio Sebastián
Ahora bien, todos percibimos que son completamente diferentes a aquellas que nos hacíamos hasta hace pocas fechas. Y todo ello porque, obviamente, las circunstancias nos ubican en un lugar hasta ahora desconocido, en un contexto que se rige por leyes aún por descubrir y definir, y prácticamente en todos los ámbitos que hasta ahora regían nuestra cultura, sean éstos sociales, políticos, económicos, y por supuesto espaciales y arquitectónicos. Todo se andará, pero bien es cierto que ya se han desvelado una serie de cuestiones que podemos analizar.
Hashim Sarkis cuestionaba “¿Cómo viviremos juntos?” como el lema de la Bienal de Arquitectura de Venecia programada para este año. Hoy esta pregunta parece premonitoria, y por supuesto la contestación que dimos en su convocatoria nada tiene que ver con la que ahora mismo daríamos. Parece que la respuesta abarca al ámbito de la colectividad, y sin embargo ha de plantearse en primera instancia desde lo individual. En el fondo plantea qué es lo que une el yo con el mundo, cuáles son las relaciones y valores que han de construirme como individuo y a la vez parte de un organismo complejo y mayor.
Asistimos a un momento en el que todo parece encaminarnos hacia lo fundamental, a la esencia de las cosas y actos que nos rodean. Es como si hubiésemos decidido despojarnos -veremos si temporalmente- de todo aquello superficial o innecesario que nos rodeaba, en tanto en cuanto hoy incomoda, pesa, estorba, y valoramos las relaciones sociales, la privacidad, el contacto físico, y por ende la dimensión espacial de otra manera.
En este sentido, y acercándonos al ámbito profesional que nos atañe, asistimos a un momento en el que todos hemos tenido que acercarnos ineludiblemente a nuestro espacio doméstico, ese escenario donde antes sólo representábamos una parte de nuestra función diaria y hoy es el único. Este hecho nos ha llevado a tener un mayor conocimiento del mismo, a descubrir sus virtudes y sus fallos, a adoptar una visión crítica de cómo y dónde habitamos que hasta ahora no teníamos.
Traigo aquí un término que me parece fascinante y que debemos repasar ahora con más intensidad, el término hogar. Muchos son los autores que ya han escrito sobre él, y si bien no es éste el foro para detallarlo, sí lo es para indicar que todos coinciden en que va -al menos- un paso más allá del concepto de vivienda. Los arquitectos deberíamos saber construir habitaciones, casas, viviendas, y sin embargo el concepto de hogar se escapa de nuestra planificación, de la norma, del diseño. El motivo de que no podamos proyectarlo es simple, y es que su fundamento se basa en la experiencia del usuario y no en la del arquitecto. El hogar es una vivienda individualizada, y su esencia es el propio usuario, su memoria, sus anhelos, su comportamiento. El papel del arquitecto aquí no obstante no es vano, debemos ser capaces de construir ese envoltorio en el que suceden las cosas, el terreno de juego y las reglas, para que el usuario final incluso las derogue en el desarrollo de su propia partida. Y desde luego esta es una oportunidad para mejorar este cometido, tenemos el momento adecuado para observar, estudiar, analizar cuáles son esos fundamentos que mencionaba en los primeros párrafos.
A mi modo de ver comenzar con lo básico resulta extremadamente útil a la hora de resolver algo complejo, y desde este punto de vista podemos volver la mirada hacia los componentes elementales de nuestra vivienda, a aquellas piezas que implementan y desarrollan nuestro hecho de habitar en un espacio, la mesa, la silla, la cama, etc. Y a sus relaciones, dimensiones, a los ambientes que construyen y en qué medida mejoran o empeoran nuestra experiencia vital. Pero en esa pista casi arquetípica podríamos todavía ahondar en aquello que a su vez da sentido de necesidad a estos componentes, que son las acciones. Así vista la puerta es el elemento que nos ha de defender o que nos permite entrar a una estancia, la ventana será el marco para soñar para asomarse al exterior, y un lugar para el intercambio que nos refresca o ilumina con la entrada de luz y de aire, o el balcón, la terraza, ese nuevo contexto donde socializar, donde acercarnos a la comunidad. Convendría que todos hoy hiciéramos un ejercicio de revisión de estas -básicas- cuestiones, y que analizásemos en qué medida las cosas están en su sitio, miden lo que deben medir, nos permiten o nos limitan, cumplen su función, incluso cuando ésta haya de ser meramente estética. En qué medida son capaces de construir una atmósfera, un ambiente en concordancia con nuestra estructura familiar, sea la que sea, y adecuado a nuestros anhelos y demandas.
Pienso que este ejercicio de conocimiento y crítica nos va a acercar a los arquitectos y a los usuarios. Incluso en momentos tan duros como éste debemos encontrar salidas, vías de avance, y pienso que esta es una gran oportunidad para que dejemos de diseñar exclusivamente para conformar una oferta sino que lo hagamos bajo demandas de los fabricantes, los promotores y sobre todo de los usuarios finales, que ahora valoran su entorno vital de otra manera. Esta es una oportunidad para todos hablaremos un lenguaje más cercano, común.
Tal vez vengan buenos tiempos para un nuevo diálogo.
SERGIO SEBASTIÁN
Arquitecto jefe en Sebastián Arquitectos
Arquitecto (2002) y Doctor arquitecto (2016) por la ETSA de Madrid. Profesor de Proyectos Arquitectónicos de la Universidad de Zaragoza desde el año 2009. Profesor invitado en las universidades de Milán, Turín, Catania, Medellín, o Valencia.
Su obra comprende paisajismo, edificación pública, administrativa, vivienda, rehabilitación, diseño interior, gráfico, y actualmente desarrolla una línea de diseño de instalaciones de iluminación artística.
Ha sido divulgada en las publicaciones internacionales de referencia y ha recibido diversos premios, como: Medalla de Oro DOMUS, Construlita Lighting Awards Mexico, García Mercadal en categorías Residencial, Paisajismo, y Diseño Interior, Metal Architecture Awards USA, Arquitectura con EÑE, Ricardo Magdalena, Global Architecture &Design Awards RTFA, City Brand&Tourism Landscape Awards Triennale di Milano, LIT Lighting Design Awards USA, Innomatnet Awards. New materials in Building Industrie, Blue Stone Awards Archi-World.
Seleccionado en diversas ediciones de la Bienal de Arquitectura de Venecia, Bienal Europea de Paisaje, o Arquitectura en Positivo del Consejo Superior de Arquitectos de España.
Entre sus principales obras están el Espacio Arqueológico de Daroca, la Ciudad de la Justicia de Zaragoza, o el Palacio de Justicia de Huesca, o el Plan Director para la rehabilitación del Palacio de la Audiencia de Zaragoza. Actualmente concluye las obras de la sede central de la MAZ. Además, es crítico colaborador en Zenda Libros.