¿Qué es la economía azul y cómo podemos participar en ella desde el Sector Contract?

En la situación actual global en la que nos encontramos, con catástrofes naturales y la madre tierra pidiendo auxilio a gritos, surgen nuevas vertientes económicas para crear un mundo más sostenible. Entre ellas está la economía azul, una nueva forma de consumir y crear que pretende imitar el comportamiento de los ecosistemas naturales.  

 

¿Qué es la economía azul? 

En este punto de la lectura, cabe destacar que la economía azul, en contraposición de otras tendencias como la economía verde, busca ser accesible para todo tipo de consumidores sin necesidad de que ser sostenible suponga un desembolso económico importante. Utilizar productos disponibles localmente y respetar los recursos naturales además de la tradición y la cultura de las áreas concretas, son algunas de sus bases. 

Sin embargo, esta tendencia es contraria a la economía lineal y al mundo globalizado en el que vivimos, donde el modelo económico actual se basa en la escasez para producir y estimular en consumo. La economía azul se centra en suplir necesidades básicas y en sobreproducir, haciendo que desaparezcan residuos y, por lo tanto, se reduzca la contaminación ambiental. Es una apuesta sostenible, pero arriesgada, ya que no va ligada a la hiperconectividad social que estamos viviendo.

 

¿Puede el Sector Contract sumarse a esta tendencia? 

Ya hemos explicado que la economía azul consiste en reutilizar desechos y, con ellos, crear nuevos materiales. Por lo tanto, ¿por qué no aplicarlo al sector contract? 

Un ejemplo de ello, podría ser el uso de la espuma de vidrio, material muy presente en la construcción. Reducir los efectos del calentamiento global es posible gracias a mezclar dióxido de carbono con vidrio triturado. 

Siendo más concretos, podríamos hablar del diseñador Dirk Vander Kooij, un pionero en la introducción de la impresión en 3D para producir muebles. Una de sus piezas más conocidas es la Endless Chair, fabricada, ni más ni menos, que con frigoríficos reciclados. 

 

Con toda esta información y el planeta pidiéndonos ser más sostenibles, ¿os sumaríais a la economía azul?