Las empresas del mueble de Yecla concentran sus esfuerzos en la fabricación de mascarillas

Las empresas del mueble de Yecla concentran sus esfuerzos en la fabricación de mascarillas: «Esto constituye un ejemplo remarcable de Responsabilidad Social Corporativa»

Crisis como la del coronavirus funcionan como una máquina de la verdad para las empresas y el valor que estas le dan a la responsabilidad social corporativa (RSC). Es en estos momentos cuando el compromiso se concreta en actuaciones específicas y de enorme calado social.  «El sector del mueble de Yecla está demostrando este compromiso», destaca el director del Centro Tecnológico del Muebles y la Madera de la Región de Murcia (CETEM), José Francisco Puche.

A este centro promovido por el INFO hace 26 años para impulsar el desarrollo tecnológico de uno de los clústeres del mueble más relevantes de España, le ha llegado la oportunidad de demostrarlo y no ha dudado en revelar cuáles son sus principios. Tras parar por completo su producción habitual, trabajadores y empresarios se dedican a fabricar mascarillas, calzas, gorros y trajes sanitarios para la protección del personal sanitario frente al COVID-19. «Actualmente hay fabricándolas más de 30 empresas de tapizado, que son las que tienen la capacidad de cortar y coser telas», afirma Puche.

En circunstancias extremas, la cronología también habla por sí sola. «Nos contactó el hospital de Yecla, porque ya les escaseaban las mascarillas. Hicimos un llamamiento a las empresas, y no tardaron ni dos horas en responder», explica el director del Cetem. El Servicio Murciano de Salud (SMS) pidió presupuesto a las empresas para la fabricación y suministro de estas protecciones faciales, tan necesarias para frenar la epidemia, pero tanto empresas como trabajadores decidieron trabajar de forma altruista, sin cobrar ni siquiera el material.

Descubrieron que el tejido que emplean para los forros inferiores de los sofás, que actúan como filtros para el polvo y otras partículas, servían para fabricar los Equipos de Protección Individual (EPI). Los fabricantes que tenían almacenado este tejido lo pusieron a disposición del resto de las empresas. Son reacciones propias de la fortaleza del clúster. Como apunta el gerente, «Peter Drucker -el consultor de negocios- ya subrayó este fenómeno de empresas que al juntarse en un espacio geográfico y se produce este tipo de sinergia». En este caso en el ámbito de la solidaridad.

Toda una movilización femenina

Sin perder un instante, grabaron un tutorial con el proceso para que todos los fabricantes respetaran los modelos y cumplieran con las estrictas exigencias del SMS. «Hubo que calmar el entusiasmo de numerosos vecinos, que se prestaron a coserlas en sus casas, pero hemos querido controlar la desinfección del área de trabajo pues es material disponible para el personal sanitario», indica Puche.

El desafío de la crisis sanitaria ha dado lugar en Yecla a «una movilización femenina total», señala el director del Cetem, quien destaca «la larga tradición de las cosedoras en el sector yeclano, aunque en otras áreas de la producción como el corte, que es más tecnológico, ya hay tantas mujeres como hombres». En general, para todos los trabajadores «esta iniciativa solidaria está siendo un bálsamo» en estas semanas de incertidumbre.

El impacto de una nueva crisis

Nadie se atreve aún a cuantificar el golpe de la pandemia mundial en un sector tan internacionalizado como el del mueble yeclano, pero Puche vaticina que a medio plazo será complicada. El experto cree sin embargo que este conglomerado empresarial «lo soportará mejor que otros porque cuenta con fortalezas como el alto nivel de innovación, tanto en producto como en proceso». «Están más incorporados a la Industria 4.0 que otros sectores, y eso les hace más fuertes», indica.

Otro punto a su favor es la sinergia del clúster. «Comercios que compraban en otras zonas se decidieron a venir a Yecla porque ofrece seguridad ya que, aunque son competencia unos de otros, si tienen que trabajar juntos, lo hacen».

Después de la crisis sanitaria, el sector seguirá enfocando su desarrollo hacia «la sostenibilidad y la innovación», señala Puche. En el Cetem ya trabajan en la economía circular con proyectos como la elaboración de tableros a base de restos de alcachofa y raspajo de uva.

La iniciativa de las mascarillas no es la única orientada a la innovación sanitaria en tiempo récord para dar respuesta a la presión asistencial. Con el proyecto ‘Aire’, el Cetem está ya probando prototipos de las piezas que más se desgastan en los respiradores que precisan numerosos enfermos. Bajo la coordinación de la Fundación Cotec para la Innovación, participan en la investigación en red para obtener las piezas con Impresión 3D de una manera rápida y económica.

Un caso paradigmático ejemplifica adecuadamente la ola de solidaridad el empresariado yeclano del mueble: Tapizados Fama. Cuando el dispositivo de la ‘operación mascarillas’ estaba ya en marcha en la fábrica de Fama, el mayor fabricante de sofás de España, un trabajador tuvo un caso de coronavirus en su entorno cercano.

El empresario, Félix López, se vio obligado a cerrar las instalaciones para evitar contagios, pero los empleados le llamaron al día siguiente con la firme determinación de continuar tras haber desinfectado el espacio. «Normalmente no trabajamos los sábados, pero hemos cortado 24.000 mascarillas y cosido una gran parte. Junto con el resto de las empresas sacamos 15.000 terminadas cada día», explica el propietario de Fama.

Su plantilla le ha tocado en los últimos días la fibra más sensible con su trabajo generoso y sin atisbo de miedo. Tampoco puede evitar emocionarse con las llamadas de recibe para pedirle material de protección y darle las gracias por esta reacción solidaria, tan rápida como efectiva para las necesidades de la crisis. «No damos abasto a responder llamadas. La gente nos está transmitiendo un mensaje de empuje y de fuerza», afirma López.

El empresario tiene claro que se avecinan «tiempos difíciles», a pesar de que dirige una empresa líder, que se ocupó de diversificar su actividad en sectores como el hotelero o el de la hostelería -es el principal suministrador del Grupo Zena, el gigante de la restauración que posee Starbucks, Vip´s o Dominos Pizza entre otros-, y vende en más de 60 países. La curva ascendente de los últimos años revela el esfuerzo de recuperación que mostró tras la crisis. «En 2008 éramos 70 trabajadores y facturábamos 11 millones de euros; en el último año la plantilla llegaba casi a 200 personas y la facturación a 29 millones de euros; y esta semana tenía previsto contratar a seis empleados más», explica.

Ahora, de repente, todo ha dado un vuelco. La innovación, que aupó al liderazgo la marca murciana, volverá a ser el aliado en la recuperación. «Tecnológicamente dudo que haya otra empresa más moderna, aunque lo que necesitaremos son pedidos», afirma.

A pesar de la incertidumbre, atisba una luz en la crisis. «Va a sacar lo mejor de las personas, va a humanizar a las empresas y favorecer una comunión mayor entre el empresario y los trabajadores, como ya ocurre en Fama», explica López. Cree que «valoraremos lo que realmente merece la pena en la vida, sobre todo la familia».

En el plano empresarial, está convencido de que «encontraremos salidas, como el refuerzo de la división de mobiliario de hospitales que ya habíamos creado». Como asegura Félix López, con toda una historia empresarial de adversidades y éxitos, recesiones y avances, «mi gente no para de repetir todo el día, todo va a salir bien».