La piel, una materia natural, de lujo y biodegradable. Entrevista a Mariano Farrugia
La piel, una materia natural, de lujo y biodegradable. Entrevista a Mariano Farrugia
El que la piel o el cuero (procedente de la vaca) estén asociados a un estilo de vida lujoso, no quiere decir que ésta sea una materia prima que se obtenga por el mero hecho de extraer la piel de esta especie animal, como es el caso de determinadas especies, que sí son criadas con el único fin de extraer su preciada piel para elaborar prendas o artículos de lujo. ¡No, no es este el caso! La piel de vaca es un subproducto que, precisamente, se extrae del ganado que se sacrifica para el consumo de carne, dando una nueva vida a esta materia. De lo contrario, pasaría a ser un desperdicio que habría que eliminar (quemándolo, con la contaminación que ello conlleva) o dejando que se pudra y se vaya biodegradando con el paso del tiempo. ¿Se imaginan la cantidad de contaminación al quemarla o los residuos que se generarían si no se aprovechase esta materia? El proceso de curtición de la piel es algo que se viene haciendo desde hace miles de años, para aprovecharla como uso doméstico y en beneficio del ser humano.
Tenemos con nosotros a Mariano Farrugia, socio y fundador de la empresa que lleva su mismo nombre. Una empresa que, entre otras actividades, es de las mayores productoras y distribuidoras de pieles de vaca en España. Tras más de treinta años, la empresa sigue aumentando de volumen, gracias al gran equipo que la rodea y al espíritu incansable del señor Farrugia, que junto a su mujer, Rosa Puche, y su hija, Claudia Farrugia, constituyen pilares fundamentales para el desarrollo de la misma.
Mariano, ¿qué tiene que decirnos respecto a la piel? ¿Es un producto tan contaminante como otros?
Por supuesto que no. Hay un trasfondo o un imaginario común, un “brain washing” que subyace desde hace unos pocos años entre una parte de la población, que trata de evitar el consumo de piel de vacuno. Como bien han expresado en la introducción de este artículo, el cuero no es algo que se consigue por el mero hecho de obtener esta materia y que ello implique el sacrificio del animal per se, sino que es un subproducto que se consigue tras ser sacrificado, con el fin primero de obtener la carne de vacuno. Por tanto, esto es algo que debe quedar claro. Además de que si comparamos esta materia prima con otras como, por ejemplo, el PVC, indudablemente resulta muchísimo menos nociva que este último material.
Podemos observar, por otra parte, los lobbies mundiales que tratan de imponer y vendernos la carne sintética o artificial. Una carne no exenta de riesgos, cuya finalidad es la de evitar el consumo de la carne natural, bajo el argumento de que los gases de estas reses contaminan el medioambiente, pero sin reparar en las consecuencias que esto puede traer para la regulación natural de nuestro ecosistema. Solo hay que ponerse a pensar en que los principales artífices de estas iniciativas son los mayores terratenientes, por ejemplo en Estados Unidos, dispuestos al cultivo o plantación del tipo de vegetales de los que se extrae parte de la materia para hacer esta carne elaborada con impresoras 3D, e incluso con células madre y sueros fetales bovinos que ponen en duda la ética alimentaria y sus consecuencias futuras. Todas las especies de nuestro planeta son necesarias: las avispas, las moscas, las vacas… Todas cumplen una función.
Mariano, ¿por qué está considerada la piel como un artículo de lujo?
Porque precisamente no es una materia de la que se pueda disponer la cantidad que se quiera, sino que va en función del consumo de carne que se haga. Por poner un ejemplo un tanto anecdótico, durante la pandemia reciente se ha reducido el consumo de carne (debido en gran parte al cierre de la hostelería) y ello ha provocado la disminución de esta materia prima. Ése es uno de los motivos. Otro lo constituyen las propiedades que se desprenden de ésta: su olor particular, su tacto, su valoración a través de todos los tiempos, su carácter único (en ocasiones con marcas o rasguños que el animal ha podido producirse en su vida). Cada piel es única, cada piel tiene una historia…
Hay un boom hacia lo natural. ¿Está repercutiendo esto en un mayor consumo de piel?
Sí, por supuesto. Se nota el auge de los productos naturales. La gente los demanda cada vez más, y el cuero no se queda fuera de esta tendencia. Además, tenemos que tener en cuenta que es un producto que durante siglos se ha asociado a entornos de lujo, y eso está haciendo que muchas instalaciones de proyectos contract estén optando por el uso de estos materiales. Materiales que, precisamente, y bajo la marca Soffitti de Mariano Farrugia están aportando una visión acorde con lo que le digo. Soffitti es la piel de la arquitectura. Un producto que está dando mucho que hablar.
Por último, también hay que tener en cuenta que los procesos de elaboración de la piel están experimentando cada vez más procesos de producción en los que se optimiza el consumo energético y de agua, resultando así un producto más amigable con el medioambiente. Prueba de ello son las nuevas colecciones que están saliendo al mercado, y que ya están producidas bajo esta premisa.