«Es el momento de llamar a la tribu»: alinear mucho más que intereses económicos, por Didier Fenu

En el marco del Plan Contract Región de Murcia, el pasado 21 de Mayo impulsado por UNEX en colaboración con otros organismos nacionales e internacionales, se celebró el 3er Webinar Internacional Contract: «Protocolos vs Diseño». En el participó Didier Fenu CEO de Systemclip-Serastone, aportando su reflexión sobre la necesidad de tomar perspectiva de la realidad de manera conjunta entre aquellos que comparten valores y principios, tan necesarios para superar de mejor manera los retos que tenemos por delante como humanidad.  Pasadas unas semanas después del webinar Didier nos comparte este post donde aporta una reflexión actualizada sobre los temas que se comentaron. 

Cualquier proyecto constructivo es una aventura. Empieza con la visión de un promotor, de un arquitecto y de un interiorista. Continua con la ejecución meticulosa de un constructor, que conjuntamente con el arquitecto, actúa como el director de una orquesta sinfónica, organizando los suministros, los trabajadores, los proveedores, etc.

A veces, un virus es suficiente para impactar en la música. Pero el virus en este caso solo tiene la virtud de recordarnos que la evolución es el único camino que conocemos. El ser humano no es la criatura más fuerte, más rápida o más robusta del planeta. Nuestra capacidad de pensar nos hace la más adaptable. Una de las adaptaciones más importantes ha sido nuestra capacidad a actuar unidos. Cazar, trabajar… Siempre trabajamos mejor con gente que conocemos o reconocemos, gente que tienen la misma forma de ver las cosas, en fin, de ver el mundo. Los llamábamos entre otras cosas “La tribu”.

El pasado Jueves 21 tuvimos gracias a David Cámara, la oportunidad de intercambiar experiencias y visiones durante un webinar “intercontinental” entre Europa y las Américas, destacando un mensaje coherente y colaborativo.

Mi conclusión: Es el momento de llamar a la tribu. De reconocer entre nosotros a los que vemos “las cosas” de la misma manera.

Un mentor mío, Adrian Wyatt, gran profesional y pionero del inmobiliario sostenible en Inglaterra tiene la costumbre de decir que la primera regla del capitalismo es: “No mates al cliente”.

El cliente aquí no es el planeta. El planeta va fenomenal, gracias por preguntar. En 4.543 millones de años sobrevivió 5 extinciones, cuasi total, de la vida. Otra más no cambiará mucho las cosas. El cliente principal somos nosotros, hombres, animales, “bichos” …

“No matar al cliente” vuelve a ser fundamental. No matar con los componentes, materiales, tierras raras, minerales, textiles o combustibles, no matar con los procesos de fabricación, de transporte, de distribución, de montaje; No matar cuando “tiramos” las cosas. Lo de hacer un agujero, tirar, tapar y olvidar ya ha pasado.

El primer concepto cultural que tiene que tener la tribu donde me apuntaré es la famosa frase del gran arquitecto y uno de los “Padres fundadores” de la economía circular, William “Bill” McDonough: “El diseño es la primera intención humana”

Esa primera intención es fundamental porque es la directriz, la maestra, que seguirá el resto de la tribu. Implica que quien diseña entre en el detalle de lo que está prescribiendo, utilizando. Implica que los fabricantes, proveedores que se unan al proyecto constructivo, a la tribu, tengan la transparencia, la coherencia imprescindible para respetar y entregar esa “primera intención humana”. Tampoco tiene que conllevar una diferencia abismal de precio. Sostenible no significa caro. Sostenible significa hacer las cosas como tienen que hacerse bien.

Las cosas no se hacen bien cuando, al otro lado del mundo, en tierras sin reglas, aplastan montañas para conseguir cualquier mineral, envenenan ríos con mercurios o explotan niños en fábricas de contrabando. Claro, la Ley… La tribu tiene que tener su Ley, mucho más que sus “reglas”. La Ley de los que quieren cambiar el mundo, dentro de un cuadro empresarial. Por supuesto que reconocernos requerirá algo más que una camiseta o una pegatina.

Nos reconoceremos por lo que somos, antes de por lo que decimos. Empresas solidarias, que sin ruidos participan en la vida de su comunidad, reservando por ejemplo puestos de trabajo para los mas frágiles de sus comunidades, atentos al uso y ciclo de las materias primas que utilizan el agua que entra en el proceso de fabricación…

Un árbol genera /transforma más recursos de lo que consume. Es el momento de actuar con nuestra tribu. La que no quiere ser “menos mala” para el medioambiente. La que quiere construir hoteles como árboles, abundantes, elegantes y buenos, para nada menos que nuestra supervivencia como especie.

Intervención de Didier Fenu: